El pasado 04 de Junio del presente año, hermanos de todos los sectores nos reunimos al evento más solemne e importante para nuestra Comunidad, Nuestras Firmas de Alianza. Es el momento personal en el que cada uno de nosotros respondemos al llamado que nos hace Dios, a permanecer en Él y perseverar ayudados por nuestra Comunidad. Pero también es un momento comunitario, porque, reafirmamos una vez más que somos hermanos y pertenecemos a una gran familia donde contamos con valiosas personas y ellos a su vez cuentan con nosotros. Acreditamos en nuestras firmas la confirmación de saber que cada uno de nosotros es valioso y amado, sabiéndonos “La riqueza y el corazón de Nueva Alianza”, simplemente por la gracia del Señor, quien nos ha escogido como su pueblo, para el ser nuestro Dios. (Jer 24,7). Compartimos con todos ustedes algunos momentos importantes que vivimos ahí.

Entonces el rey hizo reunir a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. Subió el rey a la Casa de Yahveh con todos los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes y los levitas, y todo el pueblo desde el mayor hasta el menor, y leyó a sus oídos todas las palabras del libro de la alianza que había sido encontrado en la Casa de Yahveh. Y puesto en pie junto a la columna, hizo el rey alianza en presencia de Yahveh, para andar tras de Yahveh y guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus preceptos, con todo su corazón y con toda su alma, cumpliendo las palabras de la alianza escritas en aquel libro. Hizo que la aceptaran cuantos se hallaban en Jerusalén y en Benjamín. Y los habitantes de Jerusalén hicieron conforme a la alianza de Dios, el Dios de sus padres.

2 Cr 34,29-32